jueves, 30 de agosto de 2012

No lo digo yo, lo dice Bruce Lee


Hoy abro el Facebook y me encuentro con muchas de esas imágenes que supuestamente tienen frases dichas por las personas que aparecen al fondo de la foto, como Einstein, Gandhi y otros personajes ilustres, pero a diferencia de las muchas que veo a diario, hubo una que me llamó la atención.

“La clave para la inmortalidad es principalmente vivir una vida que valga la pena recordar”. Bruce Lee.

Hace un tiempo que decidí vivir bajo esa premisa, ignorando totalmente esa frase del astro del cine de acción. Aún no sé si esa frase la dijo él en realidad, como la mayoría de las que aparecen en esas foticos de Facebook, pero me gustó leerla allí, y me gustó la imagen. Un día pensé que lo que estaba haciendo no me divertía, así que decidí divertirme. Luego pensé que estaba gastando el tiempo en cosas que no me daban ninguna ganancia aparte de diversión, entonces decidí que al menos me dieran fama. No sé para qué sirve la fama o, mejor dicho, para qué puede a mí servirme la fama, por muy pequeña que sea, pero a medida que pasa el tiempo y uno va necesitando de los demás para lograr lo que quiere, entiende el significado del término contactos y lo valioso que puede ser tomarse una cerveza –recuerde que el cariño de cerveza es duradero- y sacarle una sonrisa con un chistecito a cualquier persona. Caer bien, o al menos ser agradable –no jalabolas- es gratis, y trae muy buenos resultados por lo general. Luego pensé que estaba gastando mucho tiempo y dinero en cervezas y, aunque me trajo mucho cariño duradero, historias que contar –y eventualmente escribir- y contactos agradables aparte de útiles, me di cuenta de que no tenía cómo utilizar a estos contactos, así que decidí hacer cosas que me divirtieran, me dieran “fama” y me trajeran beneficios reales, empezar a modelar la vida que me gustaría tener y, además, contar. En realidad lo hago todo más por tener algo que contar, y sobre todo, que sean cosas dignas de contar, que no todo sea sobre alcohol y risas, que son buenos, pero no lo son todo. Pensé que mis amigos me referían mucho a Bukowski, y como él es único e irrepetible y hay mucho mal imitador de él por ahí, decidí alejarme de esa vida por el viejo. Sí, dejé de beber por respeto a Bukowski, el que me diga que no es una razón válida no sabe nada de la vida.

Entonces sí, pienso que hay que vivir una vida que más tarde no te haga arrepentirte de no haber hecho tal cosa, sino de haber hecho tantas. Claro, tampoco digo que hay que volverse loco, siempre hay que buscar calidad en vez de cantidad, pero si se consiguen ambas, perfecto. La vida es muy corta, quizás demasiado, sobre todo actualmente (recientemente se descubrió que el tiempo está pasando más rápido, EN SERIO), sería una pena perderla en cosas que no te dejarán cosas que contar, y si no tienes a quién contárselas, al menos tener un buen recuerdo vendría bien en esa edad en la que se disminuyen las posibilidades de hacer lo que no hiciste. No lo digo en son de autoayuda, ese nunca es mi son, mi son es el tripeo, y me disculpan el academicismo pero espero tripear hasta el final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.