Apenas ayer me enteré de la
existencia del término crooners, y su
significado y contexto histórico social me sorprendieron un poco. Un crooner es un trovador, se usa –o se
usaba- para referirse a un cantante masculino de voz grave y profunda, aunque
en la época se usaba más con un tono burlón o peyorativo, por lo que cantantes
como Sinatra se molestaban o al menos preferían no ser llamados crooners. Me recuerda un poco a lo que
sucede en la actualidad con los hipsters,
aunque estos muchachitos quisieran tener un onceavo del talento que tenían
los hipsters de aquella época, quienes seguramente hubieran hecho llorar a
estos niños que ahora se hacen llamar hipsters
con solo soplarles el humo de sus tabacos en la cara.
En fin, esto de los crooners llegó a mí gracias a Facebook,
¿quién lo diría, no? Me encontraba jugando SongPop con dos amigos que siempre
me retaban con esta categoría, y no entendía de qué se trataba hasta que una de
ellos me lanzó un wikipediazo en la cara para que no le siguiera preguntando al
respecto. Para los no entendidos, SongPop es una aplicación que se supone pone
a prueba tus conocimientos musicales, pero creo que en realidad lo que prueba
es lo rápido que puedes mover el mouse para seleccionar la opción que crees
correcta. En los retos todos los artistas que me salían eran cantantes
anglosajones que en su época hicieron morir de amor a más de una y aún estando
muertos lo siguen logrando hoy en día, y de verdad me sorprendió cuando una de
las opciones llegó a ser Julio Iglesias, pues era el único hispano que me había
salido hasta ahora. No es por dudar de las capacidades de Julio Iglesias, pues
está más que demostrado que es tremendo artista, pero no imaginé que un
cantante hispano fuera considerado un crooner,
lo que me hizo pensar un poco con respecto a este asunto.
Nino Bravo, para los no entendidos. Una belleza, ¿no? |
Antes se jugaban muchas más
cosas, la cosa era más intensa, ahora todo es verse bonito y un par de
escandalitos. Es cierto, estos crooners también
venían un poco manufacturados y sus outfits
los delatan, pero era otra cosa, ¿no? No sé si serán vainas de doña, pero
yo estoy convencida de que sí. Siempre me despierta una gran curiosidad el
hecho de que tantos hayan muerto violentamente, como Gardel, Infante y Nino
Bravo –avión, avión, le gustó la vainita con el acelerador de su carro nuevo,
¿ven que eran intensitos?-; entonces me pongo a pensar, ¿y si aún estuvieran
vivos? Me gustaría pensar que hubieran conservado un poco de su maravillosidad
y no se hubieran vuelto una vieja fea como Camilo Sesto, o un negado a la vejez
bañado en suéteres cuello de tortuga como Raphael. Yo igual los seguiré oyendo,
pues me encantan, y espero que ese sentimiento nunca muera*.
*ESE sentimiento, pero a
Sentimiento Muerto sí lo pueden dejar morir, por favor, se los suplico. Gracias.
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